Por qué hacer «dieta» no funciona para perder peso

Deja de hacer el tonto. No caigas constantemente en el mismo error. Pierde peso, para siempre.

Dieta para perder peso

Este artículo te parecerá básico… ¿pero porqué millones de personas siguen cometiendo este error y fracasan en su objetivo de perder peso?

Pocas personas en el mundo civilizado se libran de haber seguido una dieta a largo de su vida. La mayoría de las dietas consiguen hacer bajar los kilos que sobran, pero…

¿Cuántas personas consiguen mantener la línea conseguida al año de abandonar la dieta?

Ahí está el problema, no podemos estar a dieta eternamente ni vivir aislados, en algún momento hay que volver a alimentarse de forma normal y seguir una vida con los compromisos, celebraciones y cenas típicas de una existencia en sociedad.

Mantener un peso normal no es difícil, nuestro metabolismo está preparado para llegar a la vejez sin sobrepeso, pero la «civilización» moderna nos lo ha puesto difícil.

Engordamos porque hemos dejado de movemos de forma natural. Nos desplazamos en coche, tren o transporte público, no tenemos que buscar y guardar la comida, basta con comprarla en una gran superficie y comemos alimentos muy procesados que no tenemos que preparar.

Imaginémonos que tuviéramos que plantar el trigo, mantener el campo, recoger la cosecha, guardarla en un silo, moler el cereal en un molino para amasarlo con agua recogida en una fuente y terminar horneando el pan en el horno…

¿Cuántas calorías de las 416 Kcal. que tiene un pan de trigo integral de 200 g nos engordarían?

El secreto para conseguir perder peso está en el ejercicio físico, no hay dieta que funcione a largo plazo si no se combina con un buen plan deportivo que ayude a quemar las grasas y a mantenemos activos.

Afortunadamente no dependemos de nuestro trabajo agricultor para comer, ahora podemos escoger entre las actividades deportivas más lúdicas para quemar calorías con un pequeño sacrificio nutricional.

Por qué se acumula el exceso de grasa

Para perder peso con la máxima eficacia y de una forma permanente se necesita cambiar los hábitos alimenticios y los de ejercicio. AMBAS COSAS.

Se necesitan cambiar las rutinas diarias, en particular lo que se come y las actividades que se desarrollan y sobre todo adoptar prácticas y hábitos que se puedan seguir haciendo durante el resto de la vida.

Cuando la ingesta de energía (proporcionada por los alimentos) se halla en equilibrio con el gasto de energía (la que se emplea para realizar las actividades cotidianas), el peso permanecerá relativamente estable.

Sin embargo, cuando la ingesta es más grande que el gasto, el exceso de calorías es almacenado como grasa corporal y se ganará peso.

Para perder peso hace falta inclinar este equilibrio de la energía hacia el otro lado consumiendo menos calorías e incrementando la actividad física hasta que el gasto supere la ingesta.

El cuerpo entonces recurrirá a la grasa almacenada en busca de energía y se perderá peso.

Reducir las calorías NO BASTA para perder peso

Comer menos es una garantía para perder kilos, sin embargo esta estrategia no es muy efectiva para perder peso a largo plazo y no recuperarlo si no se combina con el ejercicio físico.

Muchos estudios demuestran que cuando se reduce el aporte calórico en la dieta el cuerpo reacciona disminuyendo el índice metabólico en descanso (metabolismo basal), lo que significa que funcionamos con menos calorías, porque el organismo se vuelve más económico y pone en marcha un plan de ahorro para el futuro.

Después de un corto periodo de dieta, se deja de perder peso y sólo se adelgaza reduciendo aún más la ingesta y, si se come mucho menos de lo que uno está acostumbrado, al final la mayoría suele abandonar la dieta, porque evidentemente, no nos podemos alimentar de fruta y lechuga.

Es más fácil y divertido hacer ejercicio para quemar más calorías y poder comer más alimentos sin perder salud.

Otro problema que se presenta si se quiere perder peso sólo con una dieta es que el cuerpo humano no se limita a usar la propia grasa de reserva para conseguir energía.

Si no nos movemos, se consume también el tejido muscular para cubrir las necesidades energéticas.

Las personas que realizan ejercicio con regularidad consiguen perder un porcentaje más alto de grasa y menos tejido muscular que las que permanecen inactivas.

El ejercicio muscular, la clave para el éxito

Lo que tratamos todos, hombres y mujeres, es de presentar cuerpos tónificados de carnes firmes y moldeadas y eso solo es posible mediante el desarrollo de la musculatura.

El tejido muscular es metabólicamente activo, es decir que gasta calorías aun es estado de reposo.

Así es que mientras la grasa es un tejido inerte cuya función no es más que la reserva de calorías, el músculo tiene una función muchísimo más importante y funcional, posee una extensa red de capilares y ramificaciones nerviosas, almacenan glucógenos y aminoácidos y bombea sangre con sus contracciones, todo lo cual hace que se gaste calorías para su simple mantenimiento.

Dicho de otra forma, dos personas de igual peso corporal, la que posea una mayor proporción de masa magra, o sea de músculo, quemara más calorías aunque esté en grado de reposo.

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