Aspartamo, ¿es realmente peligroso?

Aspartamo

Hace más de 20 años que se utiliza el aspartamo como «azúcar falso».

El aspartamo es un edulcorante a base de aminoácidos (éster metílico del dipéptido L aspartil-L-fenilalanina) que se transforma en aspartato, fenilalanina y metanol en nuestro cuerpo.

El edulcorante que encontramos en los comercios está compuesto de un 3% de aspartamo y un 97% de maltodextrina, un azúcar.

Se han formulado numerosas acusaciones en su contra. Se ha dicho que provoca cáncer o que induce diversos tumores, especialmente cerebrales. Pero…  ¿Que dicen los estudios científicos?

Análisis del Aspartamo

Butchko (2002) piensa que su evaluación toxicológica ha sido extensa y que el aspartamo no plantea problemas de salud.

Sin embargo, parece que realmente existen algunas alergias en personas que sufren este tipo de problemas.

La fenilalanina es un precursor del neurotransmisor noradrenalina.  Un aporte importante de fenilalanina podría ser causa de sobreproducción de este neurotransmisor.


El aspartamo podría actuar directamente como un neurotransmisor, aunque no parece poder llegar al cerebro. El riesgo estimado de perturbación cerebral es bajo, a menos que se ingieran cantidades muy importantes (Fernstrom, 1994). Se debe tener en cuenta que el aspartamo sustituye importantes cantidades de azúcar en los alimentos, y especialmente en las bebidas.

Pero ni sus dientes, ni su páncreas ni su báscula de baño «piensan» que el azúcar sea peligroso. Una de las grandes falsas ideas que concierne al aspartamo es pensar que no contiene calorías, pues, tal como hemos visto, este edulcorante está compuesto de aminoácidos a los que se han añadido azúcares.

El aspartamo es casi tan calórico como el azúcar. El error proviene del hecho que el aspartamo es casi 200 veces más «edulcorante» que el azúcar, por lo cual se utiliza muy poca cantidad y el aporte energético final es menor.


Aspartamo y la inhibición del apetito

Según un antiguo estudio realizado en los años 90, la utilización de aspartamo tiende a disminuir el apetito (Rolls, 1991). Esto es debido a que la fenilalanina estimula la secreción de colecistocina (CCK), una hormona inhibidora del apetito.

Los estudios muestran además que el aspartamo es más eficaz que la fenilalanina sola sobre la CCK (Rogers, 1991). El uso de fenilalanina como inhibidor del apetito ha caído en desuso; ha sido reemplazada por el aspartamo, menos costoso.

Si bien la mayoría de los usuarios siente una disminución del apetito, no parece que sea así con todos. Puesto que la acción del aspartamo se hace sentir rápidamente, será fácil determinar a cuál de ambas categorías pertenece usted.

El aspartamo no solamente ayuda a acelerar la pérdida de peso durante un régimen, sino que también favorece la estabilización posterior. El aspartamo disminuyó la recuperación del peso tras un régimen bajo en calorías de 19 semanas de duración en mujeres obesas (Blackburn, 1997).

Tras un año, la recuperación del peso alcanzó 2,6 kg en los consumidores de alimentos ricos en aspartamo respecto a más del doble en los no consumidores. Al cabo de dos años, la recuperación de peso fue 4,6 kg en el grupo aspartamo y el doble en el otro grupo.

¿Qué cantidad de aspartamo es la recomendada?

La EFSA (European Food Safety Authority) establece una ingesta diaria admisible o IDA para cada sustancia. La IDA es la cantidad de una determinada sustancia que la gente puede consumir diariamente durante toda su vida sin riesgo para su salud.

La actual ingesta admisible o IDA de aspartamo es de 40 mg/kg de peso corporal/día. Esta cantidad se considera segura para la población en general. Aunque la exposición a esta sustancia es bastante inferior a esta IDA.

ESTUDIOS CITADOS

Butchko H.H., et al. Aspartame: review of safety. Regul Toxico/Pharmacol. 2002 Apr; 35(2 Pt 2): S 1-93.

Fernstrom J.D., Dietary amino acids and brain function. J Am Diet Assoc. 1994 Jan; 94(1) :71-7.

Rolls B.J., Effects of intense sweeteners on hunger, food intake, and body weight: a review. Am J Clin Nutr. 1991 Apr; 53(4) :872-8.

Rogers P.J., et al. Further analysis of the short-term inhibition of food intake in humans by the dipeptide L-aspartyl-L-phenylalanine methyl ester (aspartame). Physiol Behav. 1991 Apr; 49(4) :739-43.

Blackburn G.L., et al. The effect of aspartame as part of a multidisciplinary weight-control program on short-and long-term control of body weight. Am J Clin Nutr. 1997 Feb; 65(2):409-18.

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