
Si has pisado un gimnasio o navegado por redes sociales en los últimos años, seguro te has topado con el famoso «hip thrust». Este ejercicio de glúteos ha ganado una popularidad desbordante, especialmente entre quienes buscan fortalecer y desarrollar los glúteos de forma eficaz. Pero, ¿qué lo hace tan especial? ¿Es realmente tan esencial como lo pintan?
Hoy te traigo una guía completa —y sin filtros— sobre el hip thrust. Aquí no solo descubrirás cómo hacerlo correctamente, sino que además compartiré contigo mi perspectiva personal: aunque es un ejercicio efectivo, está siendo demasiado predominante en algunas rutinas de pierna, ¿no crees?.
Vamos a abordarlo desde todos los ángulos posibles para que sepas si realmente debe ser el rey de tus entrenamientos… o solo una herramienta más.
Tabla de contenidos
- ¿Qué es el Hip Thrust y por qué es tan popular?
- Beneficios del Hip Thrust para glúteos, rendimiento y prevención de lesiones
- Músculos trabajados con el Hip Thrust
- Técnica correcta para realizar Hip Thrust paso a paso
- Errores comunes al hacer Hip Thrust (y cómo evitarlos)
- Variaciones del Hip Thrust: dos variantes principales
- Hip Thrust sin equipamiento: cómo entrenar en casa
- ¿Con qué frecuencia deberías hacer Hip Thrust?
- ¿Está sobrevalorado el Hip Thrust? Una mirada crítica
- Conclusión: cómo integrar el Hip Thrust de forma efectiva en tu rutina
¿Qué es el Hip Thrust y por qué es tan popular?
El hip thrust, también conocido como empuje de cadera, es un ejercicio que consiste en extender las caderas hacia arriba desde una posición sentada con la espalda apoyada, generalmente en un banco, mientras se utiliza una barra, banda o el propio peso corporal para generar resistencia.
Lo que lo ha catapultado a la fama es su altísima activación del glúteo mayor, uno de los músculos más potentes del cuerpo humano. Además, es un ejercicio adaptable, que puede realizarse en casa, en el gimnasio, con o sin equipo.
La comunidad fitness lo ha abrazado por su capacidad para esculpir los glúteos, mejorar la postura y apoyar el rendimiento en disciplinas como el sprint, el salto y el levantamiento de peso. Eso sí, esta fama ha tenido efectos secundarios: en muchas rutinas se ha vuelto casi una obsesión, desplazando otros movimientos igualmente efectivos.
Beneficios del Hip Thrust para glúteos, rendimiento y prevención de lesiones
Uno de los beneficios más atractivos del hip thrust es su capacidad para aislar y activar los glúteos como pocos ejercicios lo logran. Pero los beneficios van mucho más allá del aspecto estético:
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Mejora del rendimiento atlético: la fuerza de los glúteos está directamente relacionada con el sprint, los saltos verticales y la potencia general.
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Prevención de lesiones: al fortalecer los glúteos se estabiliza la pelvis, lo que puede reducir el riesgo de dolores lumbares, lesiones de rodilla y problemas posturales.
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Versatilidad: tal como comenté al inicio, lo bueno es que tiene muchas variantes posibles, por lo que es posible realizarlo con poco equipamiento.
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Activación muscular específica: a diferencia de sentadillas o peso muerto, que reparten más el esfuerzo, el hip thrust centra el trabajo en los glúteos con muy poca implicación de la espalda baja.
Eso sí, como veremos más adelante, este enfoque tan aislado puede volverse una desventaja si no se combina adecuadamente con otros movimientos funcionales.
Músculos trabajados con el Hip Thrust
Aunque el foco principal del hip thrust son los glúteos, su ejecución también involucra otros músculos secundarios:
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Glúteo mayor (principal implicado)
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Glúteo medio y menor
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Isquiotibiales
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Cuádriceps (de manera indirecta)
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Erectores espinales (en estabilización)
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Core y abdominales profundos
Es interesante cómo este ejercicio, a pesar de ser simple a nivel técnico, consigue activar toda la zona media y posterior del cuerpo. Por eso es ideal tanto para programas de hipertrofia como para rehabilitación o mejora postural.
Técnica correcta para realizar Hip Thrust paso a paso
Una ejecución adecuada del hip thrust es crucial para obtener resultados y evitar lesiones. Aquí te dejo una guía paso a paso:
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Coloca la espalda en un banco: el borde debe quedar justo debajo de tus escápulas.
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Apoya los pies en el suelo: a la altura de la cadera y formando un ángulo de 90° con las rodillas al subir.
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Coloca la barra (o resistencia): sobre la parte superior de los muslos, cerca de la cadera. Usa un acolchado si es necesario.
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Activa el core: aprieta el abdomen para evitar hiperextensión lumbar.
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Empuja las caderas hacia arriba: contrae los glúteos al máximo al llegar arriba.
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Mantén la posición por un segundo: y desciende de forma controlada.
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Evita errores comunes: como mirar al techo, arquear la espalda o no usar el rango completo de movimiento.
Errores comunes al hacer Hip Thrust (y cómo evitarlos)
Algunos errores muy comunes pueden reducir la efectividad del hip thrust o incluso causarte molestias:
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Subir con la espalda en lugar de con la cadera
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Mirar al frente o al techo: lo correcto es mantener el cuello en posición neutra, mirando al frente ligeramente.
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No apretar los glúteos al final del movimiento
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Dejar que las rodillas se orienten hacia adentro
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Usar demasiado peso sin tener técnica sólida
Una buena práctica es grabarte y observar si mantienes el ángulo adecuado en rodillas y cadera, y si los glúteos realmente están haciendo el trabajo.
Variaciones del Hip Thrust: dos variantes principales
Aquí es donde el hip thrust brilla: su adaptabilidad. Existen muchísimas versiones, tanto para quienes empiezan como para quienes ya dominan el movimiento.
Hip Thrust a Una Pierna (Single-Leg Hip Thrust)
Se realiza con una pierna elevada, permitiendo trabajo unilateral.
Beneficios:
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Corrige asimetrías musculares.
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Mejora estabilidad y control.
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Mayor desafío sin incrementar peso.
Hip Thrust en Máquina
Utiliza una máquina específica de empuje de cadera. Proporciona soporte lumbar y control total del movimiento.
Beneficios:
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Alta seguridad y facilidad de uso.
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Carga progresiva sin necesidad de montaje.
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Ideal para principiantes y fases de volumen.
Hip Thrust sin equipamiento: cómo entrenar en casa
Uno de los puntos fuertes del hip thrust es su versatilidad. Si no tienes gimnasio, puedes:
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Usar un sofá o silla robusta como apoyo para la espalda.
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Colocar un libro pesado, mochila o garrafón sobre las caderas como resistencia.
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Usar bandas elásticas para progresar en tensión sin necesidad de pesas.
Además, puedes trabajar con pausas, repeticiones lentas, o movimientos isométricos para intensificar el estímulo sin depender de grandes cargas.
¿Con qué frecuencia deberías hacer Hip Thrust?
Esto depende de tu objetivo. Para fuerza o hipertrofia glútea:
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2 a 3 veces por semana es ideal.
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Deja al menos 48 horas de descanso entre sesiones intensas de glúteos.
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Varía la carga y el tipo de resistencia: puedes usar días con más peso y menos repeticiones, y otros con menos carga y más repeticiones.
No es necesario convertirlo en tu único ejercicio de glúteos. Como he mencionado antes, está siendo demasiado predominante en algunas rutinas de pierna, y eso puede provocar desequilibrios musculares si no se complementa con movimientos como sentadillas, peso muerto o step-ups.
¿Está sobrevalorado el Hip Thrust? Una mirada crítica
Aquí entra la parte más honesta de esta guía. El hip thrust funciona, no hay duda. Pero en los últimos años ha ganado una fama que, a veces, lo pone en un pedestal que no merece por sí solo.
¿Por qué?
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Porque hay personas que entrenan glúteos solo con hip thrust, dejando de lado otros patrones fundamentales de movimiento.
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Porque se ha convertido en una moda en redes sociales más que en una herramienta técnica dentro de un programa estructurado.
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Porque aunque es un ejercicio efectivo, no es insustituible. Es solo uno más en el arsenal para trabajar la cadena posterior.
La clave está en el equilibrio. Si lo usas bien, con técnica, variantes y en combinación con otros ejercicios, puede ser una joya. Pero no caigas en la trampa de convertirlo en el único camino para unos glúteos fuertes.
Conclusión: cómo integrar el Hip Thrust de forma efectiva en tu rutina
El hip thrust es una herramienta poderosa para desarrollar los glúteos, mejorar el rendimiento y prevenir lesiones. Pero como toda herramienta, su efectividad depende del uso inteligente que se le dé.
Inclúyelo en tu rutina, pero no te obsesiones. Juega con las variantes, explora otras formas de trabajar la cadera y mantén tu entrenamiento variado y funcional.
Y sobre todo, recuerda esto: lo bueno es que tiene muchas variantes posibles por lo que es posible realizarlo con poco equipamiento, lo que lo convierte en un ejercicio ideal tanto en el gimnasio como en casa.
Ahora sí, ya tienes todo lo que necesitas para convertirte en un experto o experta del hip thrust. ¡Hora de poner en práctica lo aprendido!